Somos una empresa productora y un colectivo de cine. Entendemos el cine como un aparato que articula el imaginario social e individual y por eso, a través de su representación buscamos ampliar posibilidades de existencia, crear nuevos mundos y formas diversas de relacionarnos, de existir, e incluso de sentir. Cultivamos el impulso para experimentar y renovar los procedimientos y las prácticas del cine, pensamos en él como un lugar de resistencia, de refugio y de experimentación, donde la exploración de su propio lenguaje nos permita encontrar formas de producción que expandan las posibilidades creativas.

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Queremos hacer cine, sin medirlo en un aplausometro, ni en una convención de críticos, queremos reavivar el fuego interno de la niña que vive en nosotres, sin dejar que las ideas coagulen en nuestro flujo de pensamiento, entre filmar y no filmar preferimos filmar, para nosotres, para la tierra, que la tierra nos devuelva esas imágenes y nos salve, porque tememos hacer cine y que se pierda entre tantas imágenes pero tenemos más miedo de no hacerlo, de no vivir-lo. Queremos hacer cine a pesar de la frustración, somos tercos, somos tercermundistas, creemos en juntarnos y cooperar, en la circularidad como forma de relacionarnos y de crear, crear con las tripas, con ingenuidad, la ingenuidad como ausencia del cálculo. Hacemos cine desde lo que no es correcto, desde lo instintivo, lo no racional, con la emoción que nos atraviesa y nos recuerda porqué quisimos hacerlo.